Ahora, el estudio realizado por la UPCT se presentará ante las diferentes instituciones y administraciones con la pretensión de lograr la Indicación Geográfica Protegida, que supondría la revalorización del producto.

Los pasos para que nuestro melocotón sea catalogado con la Indicación Geográfica Protegida avanzan a buen ritmo,  tras el inicio de los trámites a nivel administrativo y técnico, con la incorporación de una partida económica en los presupuestos del Ayuntamiento y ahora con la presentación al alcalde de Cieza, Pascual Lucas Díaz, del estudio sobre las diferencias de las variedades objeto de análisis (Baby Gold 6 y Romea) cultivadas en Cieza con las cultivadas en otras zonas con las que se han comparado, y que le fue entregado personalmente por el vicerrector de Innovación y Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena, Alejandro Pérez Pastor.

A la reunión asistieron también Encarna Aguayo Giménez, catedrática en la Facultad de Ingeniería Agrónoma; el codirector del estudio, Francisco Artés Calero, y, por parte del Ayuntamiento de Cieza, los concejales Antonio Ignacio Martínez-Real y Antonio Moya, de Hacienda y Agricultura, respectivamente.

El estudio comparativo encargado por la Concejalía de Agricultura a la UPCT, valorado en torno a los 22.000 euros, refleja un compromiso académico mediante el que conseguir poner en valor el melocotón ciezano. Ahora el estudio se presentará ante las diferentes instituciones y administraciones implicadas con la pretensión de lograr la Indicación Geográfica Protegida, que supondría la revalorización del producto.

“En general, podemos concluir que nuestros melocotones son de mejor calidad sensorial, en apariencia son más amarillos y los índices químicos ratifican que tienen un mejor sabor. Indicando, en consecuencia, unos valores superiores a los que tienen estas mismas variedades en el mercado procedentes de otros puntos geográficos”, señalan fuentes de alcaldía.

La Concejalía de Agricultura afirma por su parte que, “si tenemos el apoyo de las instituciones superiores, alcanzar la IGP supondrá empezar a competir en calidad en vez de en tiempo. Lo que conllevará reducir los riesgos por las temperaturas de las variedades tempranas”.

Desde alcaldía se tiene el convencimiento que “tenemos unos frutos extraordinarios que tenemos que seguir potenciando; tras la floración vienen los frutos. Éstas son las líneas que debemos seguir trabajando”.